|
La desnutrición está íntimamente relacionada con
la pobreza. Especialistas en nutrición de la UPAEP y del Centro de
Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) coincidieron que el nulo
acceso al empleo o el trabajo mal remunerado deriva en la falta de seguridad
alimentaria que provoca no sólo problemas físicos, pues de ahí proviene la
obesidad y el sobrepeso, sino también deficiencias en el desarrollo neuronal de
la persona.
De acuerdo con Lourdes Silva Fernández, académica
en nutrición de la UPAEP, 9 de cada 10 personas que padecen desnutrición tienen
bajos recursos económicos, el resto, con suficiencia económica, padecen más
bien problemas alimenticios por seguir los cánones de belleza establecidos en
los medios de comunicación, es decir, quieren estar delgados, pero la
consecuencia es la mala alimentación.
En el marco del aniversario 33 del Día Mundial de
la Alimentación, destacó que una consecuencia de la desnutrición es el
deficiente desarrollo neuronal que conduce a la incapacidad de una persona a
desarrollar trabajos intelectuales, condenándolo a realizar trabajos físicos,
mal remunerados, situación que crea un círculo vicioso en el que está implícita
la pobreza.
María Isabel Ortega Vélez, investigadora en
nutrición del CIAD, explicó que el acceso a la alimentación es un derecho
humano que a pesar de que es atendido por diversas entidades públicas a través
de programas como Oportunidades, solamente se ha evitado que avance la pobreza
extrema.
Indicó que en el problema de la desnutrición se ha
agudizado en comunidades indígenas, mientras que en el medio rural, aunque
persiste en todos los estratos, se agudiza la obesidad debido a que la gente
come alimentos que llenan pero que no nutren, también por la pobreza y el poco
acceso a los alimentos.
Advirtió que el encarecimiento de los alimentos a
nivel mundial generará que más personas se concentren en grados más severos de
desnutrición, pues ésta se clasifica en leve, moderada y severa, por lo cual la
única solución que consideró nada sencilla, es que la población tenga acceso a
un empleo seguro.
Datos del Consejo Nacional de Evaluación de la
Política de Desarrollo Social (Coneval) revelan que 14.9 por ciento de la
población de la entidad vive en pobreza extrema, mientras que el 46.1 por ciento
se encuentra en el rango de pobres moderados, tras reportar más de dos
carencias, entre ellas la alimentación.
En tanto, el 5.7 por ciento de las personas que
habita en Puebla es vulnerable por ingreso, mientras que 21.9 por ciento es
vulnerable por carencia social y solamente el 11.3 por ciento son personas no
pobres y no vulnerables. http://www.oem.com.mx/elsoldepuebla/notas/n2734522.htm
La pobreza está supremamente ligada a la desnutrición debido a que, una persona sin un sueldo fijo no tiene ingresos con los que sustentarse ni con los que mantener a su familia ( ya que por lo general las familias de escasos recursos son las que más hijos mantienen), esto hace que la alimentación se vea gravemente afectada, sin dinero no se compra comida y sin comida se generan los desordenes nombrados antes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario